Una metodología práctica, basada en experiencia real
En nuestro enfoque no seguimos una checklist rígida ni nos dejamos llevar por modas. Cada análisis parte de una idea simple: entender qué hay detrás del precio. Aquí te explicamos cómo lo hacemos, basado en casos reales y en lo que realmente aplicamos en el día a día.
1. Entendemos de qué vive la empresa
Antes de mirar ratios, queremos saber cómo gana dinero la compañía.
Cuando analizamos una empresa como Google, por ejemplo, no nos basta con “publicidad online.” Entramos al detalle:
¿Qué peso tiene Search, YouTube o Cloud?
¿Qué segmento crece más?
¿Cómo impacta cada unidad en los resultados trimestrales?
Esta descomposición nos permite anticipar movimientos de mercado. Si Cloud se desacelera, aunque el beneficio total suba, la acción puede caer. Lo hemos visto.
2. Analizamos qué ha pasado recientemente
Cuando una acción cae (como le ocurrió a $GOOG o $TSLA en ciertos trimestres), no la analizamos como si nada hubiera pasado.
Queremos saber:
¿Qué motivó la caída?
¿Es un problema puntual o estructural?
¿El mercado está sobrerreaccionando?
Este paso es clave para identificar oportunidades o evitar trampas.
3. Valoramos la narrativa del negocio
No invertimos en múltiplos, invertimos en historias que tengan sentido.
Una empresa con PER alto puede estar barata si tiene crecimiento sólido y defensas competitivas (como NVIDIA).
Una empresa con PER bajo puede estar cara si su negocio está en decadencia o no tiene futuro claro (como Intel en determinados momentos).
La narrativa importa. Mucho.
4. El análisis técnico como herramienta de entrada
No somos puristas del gráfico, pero lo usamos para validar timing y riesgo.
Miramos:
Soportes y resistencias clave
Momentum relativo frente al sector o índice
Volumen en zonas relevantes
No define la tesis, pero nos da una mejor entrada (o nos evita entrar demasiado pronto).
5. Ponemos el contexto por delante
Una empresa no opera en el vacío.
Analizamos el ciclo económico, el sector y hacia dónde fluye el capital.
Cuando vemos rotación sectorial, ajustamos exposición.
Si hay miedo macro (tipos, inflación, geopolítica), lo tenemos en cuenta.
No se trata de predecir el mercado, sino de no ir contra él.
6. Buscamos catalizadores reales
No invertimos solo porque algo “está barato.”
Nos preguntamos:
¿Qué puede desbloquear valor?
¿Hay recompra, spin-off, cambio de CEO, subida de márgenes?
¿Tiene sentido invertir ahora o es mejor esperar?
Si no hay catalizador, no hay prisa.
Conclusión
Nuestro análisis combina tres pilares:
Negocio y estructura real
Contexto actual y momentum sectorial
Precio y timing razonable
No compramos tickers. Compramos empresas que entendemos, con recorrido, y en el momento adecuado.
¿Quieres ver cómo aplicamos esto a un caso real? Explora nuestros análisis recientes en @smartearevolution/